Experiencias de padre e hijo en bicicleta

Castillo de Almodovar al fondo

Hoy he vuelto a salir en bicicleta con mi padre.

Sabía que él estaba desilusionado por haberse roto sus planes de vacaciones para subir, entre otros puertos, hoy a los Lagos de Covadonga con su primo Manolo (el Melli), así que a mi me pareció una excusa perfecta para subirme a la bicicleta de nuevo después de casi dos meses y así empezar a coger forma y seguir aprendiendo y compartiendo esta afición con él.

Lo que no sabía es que me esperaban casi 70 kilómetros (mi récord personal), llévandome a rueda primero tirando a ese ritmo constante que admiro, luego a cola de un pelotón de unos 10 ciclistas veteranos donde he disfrutado como un niño rodando entre unos y otros y, finalmente, llevándome con la lengua fuera de regreso a casa, incapaz ya de seguir su rueda ni en subida, ni llano ni cuesta abajo; ya sólo quería ir a mi ritmo suave y disfrutar incluso de mi cansancio.

Para mi siempre será especial salir en bicicleta con él. Cogeré forma y así la próxima vez podré acompañarle a los Lagos de Covadonga o cualquier excusa en forma de puerto o ruta en bicicleta para seguir compartiendo experiencias juntos.

A Posadas por el Pilón y vuelta por el Castillo